lunes, 3 de junio de 2013

Siempre pierde el que quiere más.

Esto empieza a ser como una ruleta,como una mesa de blackjack, como un simple juego de cartas en el que tengo que apostar, apostar si saldrá bien o saldrá mal,sin importarme el que dirán,sin que me prohíban actuar. Pero como en todas las apuestas no siempre toca ganar al menos no lo todo lo que deseas si no una mínima parte de lo que jamás conseguirás. Pasa la noche seguimos apostando nos estamos arriesgando demasiado, ¿tu crees que valdrá la pena continuar?
Me miras...esa mirada parece una respuesta...si, si quieres seguir pero a mi me da miedo,tu intentas darme la seguridad que me falta pero nunca es suficiente siempre existe la mínima probabilidad de que esto vaya mal.
Ya son 400 mil, 400 mil besos que hemos perdido por seguir jugando,por seguir apostando en este simple juego de azar.
Ahora toca un cambio de mesa tu vas por tu lado yo voy por el otro,yo me meto en la ruleta tu juegas a pareja de reyes,tiran la bola apuesto por el 6,tu vas con unas cuantas fichas de más mientras cada uno se pregunta que es lo que pasará.La bola esta parada me da miedo mirar, el crupier saca otra carta ya están todas sobre la mesa,solo me paro a preguntar si lo que estoy haciendo esta bien o esta mal.
Todo esto me suena muy raro pero es lo que se me pasa por la cabeza cada vez que pienso en ti y en esta extraña situación,del no al si...del si al no...miedo lo llamo yo.
Ahora cada vez que estamos al lado sin tan siquiera mirarnos sabemos lo que pensamos aunque para ti todo haya sido un juego aunque para mi solo haya sido otra oportunidad que pasó.
La bola se ha parado en el 6,tu tienes un full...pero hasta aquí hemos llegado yo no quiero jugar más me vuelvo de madrugada a casa pero tu te quedas ahí jugando una y otra vez.
Hay que saber cuando parar porque no sabemos lo que nos vamos a encontrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario