viernes, 18 de julio de 2014

Aprender a luchar para poder sobrevivir.

Tú, la vida, en la misma habitación, en la misma sala, se podría decir incluso que en el mismo ring donde cada asalto es mas difícil que el anterior, donde nadie tirará la toalla si te quieres rendir porque sabes que rendirte no es la solución a ese gancho derecho que te acaba de dar tu contrincante, porque sabes que lo único que podrá salvarte es tu esfuerzo, donde muchas veces has estado al punto del K.O y siempre has salido adelante. 
En este campo de batalla, en este cuadrado de lucha sin descanso tu eliges si salir de ahí como siempre has querido, quedarte a infinitos asaltos o huir con la cobardía que a veces te acompaña. A mi nadie me enseño a luchar contra los baches de la vida, a mi nadie me enseño a rendirme por eso y por todo lo que hay a mi alrededor no puedo descansar ahora, después de una patada izquierda y un bloqueo que salvo el último de mis golpes estamos a punto de caer ambos, esa cosa de la esquina derecha con bata roja que intenta impedirme realizar mis sueños y mis objetivos y yo en la esquina derecha con bata verde, verde porque nada ni nadie puede hacerme perder la esperanza de que voy a conseguir aquello que tanto ansío. ¿Quién dará el último golpe? Ese golpe que será definitivo y marcará el comienzo de algo nuevo, algo mejor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario